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miércoles, 18 de marzo de 2009

Testimonios de los últimos días.

Ismael Rojas, Estela Díaz, Adriano Acosta, Felicitas Gimenez de Carrillo, Roberto Antenor Gauna, Olga Elsa Gauna, Angela Colman, aportaron con su testimnio a la Causa Colombo.

Felicitas, viuda de Carrillo y su hija Clarisa, recién llegadas de Francia, momentos antes del testimonio ante el tribunal que juzga a Colombo por asociación ilícita y genocidio.

Desgarrador relato de Felicitas Carrillo
El juicio oral y público al dictador Colombo continuó con los testimonios de Ismael Rojas, Adriano Acosta, Estela Dìaz, que lo hicieron por la tarde el martes 17, y con Antenor Gauna y Felicitas de Carrillo en la mañana del miércoles.

El martes por la tarde la fiscalía presentó un pedido a los miembros del tribunal que consistía en la citación para posterior declaración de personas que a su entender demostrarían la implicancia de Colombo en los hechos por los que está siendo juzgado; ellos son Monseñor Raúl Pacífico Scozzina, Rodolfo Avila, Dr Alfredo Carlos Gardel, Coronel Luis Pedastini, y Comisario Isaac Paianon.
Ismael Rojas, en su calidad de testigo, después del juramento de rigor, reconoció como que conocía a Mirtha Insfran, Fausto Carrillo, Ricardo Rojas, Andres Medina, Ángela Colman, Adrián Acosta, Elsa Chagra, Osiris Ayala, Acosta Mena entre otros. Relató su secuestro, las torturas, la indagatoria y el lugar donde se infligieron los apremios, el estado de sus compañeros de cautiverio, la persecución a su familia, su traslado al Rim 29 y a la cárcel.
Adriano Acosta por su parte relató los hechos de su privación de libertad, los lugares y los responsables directos que reconoció como partícipes de su secuestro, detención y apremios. Estela Diaz, volviò a involucrar en la despariciòn de su padre Luciano “Monchi” Diaz al comisario retirado Elvio Borrini.
Roberto Antenor Gauna, antes de declarar plantea que el derecho de declarar le cercena el derecho de presenciar el juicio por su calidad de testigo, por lo cual solicitò que después del testimonio se deje presenciar a los testigos y poder acompañar el proceso desde el público. La querella argumentó los antecedentes similares en el caso Etchecolatz. El tribunal aceptò el criterio, y entraron en la sala los testigos que ya habìan declarado. Gauna no solo relatò su secuestro, sino que involucrò al juez federal Vivas quien presenciò el mismo y no actuò. No asì el abogado Ulises Córdoba, quien junto a Vivas tambièn presenciò el hecho, y presentò un hábes corpus que nunca fue respondido. Además de las torturas a las que fue sometido en los 18 dìas en que sobreviviò secuestrado, lo procesaron en consejos de guerra por una causa que fuera sobreseido en la justicia federal, y por la irrisoria causa de asociación ilícita dentro de la càrcel. Adujo que en su expediente carcelario estaba estampado por escrito emanado de autoridad militar que no podría salir en libertad ni aùn cumpliendo la pena de 20 años que le habìan dictado en sede castrense. Los apremios, el reconocimiento de secuestradores y torturadores, el amordazamiento de la justicia, y la falta de respeto absoluta a las formalidades procesales, fueron los elementos probatorios que expuso el actual secretario general de Ate para involucrar a Colombo como jefe de esta asociación ilìcita de la que se lo acusa en calidad de jefe.

Si bien cada uno de los testigos, al explicitar sus experiencias pone en vilo al público, y hasta al propio tribunal, el caso de la esposa de Fausto Carrillo fue conmovedor. Felicitas de Carrillo prestó juramento el miércoles, a pocas horas de su arribo a la provincia procedente de Francia. La conexión internacional de esta asociación ilìcita de la que se lo acusa a Colombo quedò expresada en el secuestro simultáneo de Felicitas de Carrillo en Asunción junto a su beba, con el secuestro de su marido Fausto en Formosa. Los apremios a los que fuera sometida en Asunciòn llegaron hasta latigazos de los que tiene que proteger a su beba, ante la presencia de personal militar argentino. Reconociò, en su cautiverio en Paraguay a los oficiales del Rim 29 Juan Carlos Kamicha y a Angel Spada. Cabe consignar que el Rim 29, por documentación aportada por la querella recibía dinero para este tipo de operaciones de Juan Carlos Colombo por los decretos 302, 303, 304 y 305 de 1976 que ya son de dominio público. Durante el relato escalofriante, su hija, que presenciaba el testiminio con el público, prorrumpe en llanto al enterarse de detalles del padecimiento de su madre que tenía guardado el horror durante tanto tiempo y emergió con la contundencia de una verdad reprimida durante décadas por protección y pudor. El cuadro fue estremecedor que provocó lágrimas en el personal judicial atento al relato, impactó en todos los presentes, y dejó sin preguntas a la defensa.

Por la tarde está previsto que hagan lo propio Humberto Palmetler, Angela Colman y Rodolfo Acosta.

Incidente

Durante la exposición de Ismael Rojas, la querella planteó que la fiscalìa se abstenga de interrogar al testigo hasta que termine su relato, razón por la cual se produjo un entredicho entre el abogado Pedro Velásquez Ibarra con fiscal Luís Benítez. Cabe recordar que dicho fiscal se encuentra recusado por la querella por haberse inhibido con anterioridad por participar de un estudio jurídico que defiende policías acusados en esta misma causa madre. Como corolario de este incidente producido el martes, el día de ayer la querella presenta una denuncia penal contra el fiscal Luís Benítez por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, según los Art. 248 y 249 del código penal.

Foto Agencia PSR


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