JUICIO FORMOSA

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jueves, 12 de marzo de 2009

Jornada del 12 de Marzo...



Pedro Velásquez Ibarra, en un cuarto intermedio de la audiencia conversando con la titular de la APDH y con el padre Miguel Pessutto. Foto: Agencia PSR



Causa Colombo, declaró Pedro Velásquez Ibarra
“Para valorar la democracia y que nunca más se vuelva al terrorismo de estado”

Este jueves comenzaron a declarar los testigos. En primer lugar lo hizo Pedro Velásquez Ibarra, quien relató su experiencia personal, dio elementos probatorios de la asociación ilícita y genocidio que se le imputan a Colombo y nombró a los responsables.

La sesión comenzó con media hora de demora con la presencia del imputado Colombo que optó por presenciar la audiencia por videoconferencia. La prensa ingresó sin grabadores ni cámaras. El testimonio de Pedro Velásquez Ibarra se produjo en primer término para respetar su condición de querellante y abogado, y permitirle participar en las declaraciones posteriores para seguir de cerca el proceso. Al comenzar explicó que su declaración y participación en este juicio obedecía al objetivo que la democracia sea valorada, y que nunca más se vuelva al terrorismo de estado.

Relató que fue secuestrado el 19 de agosto de 1976, que fue torturado en el Rim 29 con picana, con varillas y con simulacros de voladura con trotil. Estuvo detenido en ese lugar unos cinco meses en condición de desaparecido, después pasó a la U10 de Formosa, donde se legalizó su situación, después a la U 7 de Resistencia y finalmente a la U9 en La Plata, desde donde salió en libertad, tras haber sido procesado en dos consejos de guerra. Totalizò cuatro años como detenido político.
Relatò la situación lamentable de detenidos como Elsa Chagra, Fausto Carrillo e Ismael Rojas. Y del personal policial detenido Hilario Ayala y Luciano Díaz, ambos desaparecidos.

Reconoció como miembros de esta asociación ilícita para la comisión de delitos de lesa humanidad y genocidio, al jefe de personal y ayudante del jefe del Rim 29 capitán Sotelo, y al jefe de finanzas del Rim 29 Marcos Rodríguez, aclarando que, llamativamente. ambos no estàn procesados. Tambièn a Rodolfo Ántinori, al capitán Espada, y el oficial Kashimoto. De la policía provincial reconoció a los oficiales Herminio Gòmez y Agustín Echeverrìa, quienes le sacaron la venda para pedirle un favor. Y al suboficial apodado “Ñacaninà” de apellido Medina

Hubo tres relatos escalofriantes que comprometen la situación del dictador Colombo: el de la presencia del Jefe de Policía de la República del Paraguay en el Rim 29 para interrogar con apremios a Rolón Centurión, menor, de 15 años de edad, que solo hablaba guaranì, quien fuera “canjeado” posteriormente por un aviador argentino detenido en el país vecino.

Otro relato que testimonia la relación de mandos dentro de la organicidad existente durante la dictadura en Formosa fue el de la detención por parte de las autoridades del Regimiento, de Alfredo Barberis, abogado, hermano del entonces miembro del gabinete provincial de Colombo. No corrió la misma suerte que otros porque fue liberado por orden expresa del gobernador en ese entonces.

Y el tercer relato que expresa el sentido de impunidad de esta asociación ilìcita que hoy se juzga son las palabras del propio dictador Colombo expresadas cuando la comisiòn directiva del Consejo de Abogados, de la cual formaba parte V. Ibarra, le planteó en una entrevista, la liberación de los abogados Vicente Joga y Acosta Mena. La respuesta de Colombo, ante la insistencia de la requisitoria fue: “no vuelvan a pedir por su libertad si quieren volver a verlo vivo”

A su turno la defensa del dictador se limitó a separar, a través de preguntas al testigo, los relatos de conocimiento directo de aquellos aportados por terceros.

Ya pasadas las 13 horas se levanta la audiencia fijando fecha para continuar el juicio el martes de la próxima semana a las 14 horas.


miércoles, 11 de marzo de 2009

El sitio para la memoria...


Aquí se inicia mañana el debate...los esperamos a partir de las 9 hs. , la cita es en Padre Patiño y Avda. 25 de Mayo, sede del Colegio de Escribanos, en el primer piso..

Una vista de la Sala de audiencias...




Jornada del 11 de Marzo

Juan Carlos Colombo, atendiendo los fundamentos de la imputación como genocida

Colaboración de Juan E. Lenscak, Agencia de Noticias Padre Santiago Renevot.

Causa Colombo
La querella agregó el delito de genocidio

Ayer en el juicio oral a Juan Carlos Colombo, se leyó la calificación legal del requerimiento fiscal y de la querella, la cual agregó el delito de genocidio. Para hoy están citados a declarar los testigos Velásquez Ibarra, Ismael Rojas, Adriano Acosta y Estela Díaz

“Coautor del delito de asociación ilícita como jefe de la misma; en concurso real por privación ilegítima de la libertad agravada, reiterada en once hechos por lo menos en grado de autor mediato, en concurso real con tormentos agravados, reiterados en once hechos por lo menos, como autor mediato en concurso real en desaparición de personas en funciòn del delito de homicidio en dos hechos por lo menos el de Fausto Carrillo y Mirta Infran”

La lectura comenzò una hora después de lo previsto, con un ex general atento y expectante visualizado a travès de la pantalla del sistema de videoconferencia.

En los considerandos se explicò que la jefatura de la asociación ilìcita se fundamenta en que el imputado ostentaba la màxima jerarquía polìtica y militar durante los hechos, con dominio sobre bienes y las personas acusadas de cometer directamente los secuestros, detenciones clandestinas, torturas y desapariciones por razones polìticas, con integración internacional al Plan Cóndor. Se destacò que Colombo fue el creador del destacamento denominado “La Escuelita” dependiente de la policía provincial a su mando, donde funcionó un centro clandestino de detención, segùn las declaraciones de los sobrevivientes. Paradójicamente desde dicho destacamento tan emblemàtico de esta època, cuyo personal fuera ascendido por el imputado mediante decreto reservado por destacarse en hechos de arrojo, no hubo ninguna causa judicial presentada durante ese periodo según consta en el informe del STJ de Formosa. Además se agregaron como pruebas los decretos, 302, 303, 304, 305 de 1976 por los cuales se asignaban fondos destinados al Rim 29 para el sostenimiento de vehículos, mantenimiento y detenidos.

La asociación ilícita, según la fiscalìa estuvo compuesta por el coronel Alejandro Martín Alturria, el teniente coronel Pechot, el mayor Jorge Eusebio Rearte, el teniente Angel . Espada, Federico Steibach y Juan Carlos Camicha..De la policia provincial destacada en la Escuelita, se mencionò a Bonifacio Ramos, Josè Medina, Romero Felix Oscar, Rosa Delgado, Feliciano Ramos, Sergio Gil, Luis Gonzàlez, Antonio Benito Leguizamón, Teófilo Alarcón, Domingo Molina. Se nombraron además las victimas que fueron alojadas en La Escuelita, a saber: Elsa Chagra, Mirta insfrán, Fausto Carrillo; Ismael Rojas, Andrès Medina, Adriano Acosta, Juan de Dios Acosta Mena; Raquel Levi; Angela Coman y Osiris Ayala, sin perjuicio de otras que no han podido ser identificadas por los testigos.

Genocidio

Del requerimiento de la querella, por acuerdo de partes, se leyó solamente la calificación legal que agregò el delito de genocidio con autorìa mediata, entendiendo al genocidio como negaciòn de la existencia de grupos polìticos y crimen que la humanidad condena según la normativa internacional incluida en nuestra Constitución. Se fundamentó que el aniquilamiento de personas en Formosa fue debidamente planificado, con el concurso de una organización, que fuera debidamente financiada y estimulada desde la máxima conducción politica y militar de la època, cuya responsabilidad recaìa en el imputado Colombo.

Durante la lectura de esta imputaciòn, el dictador se aferraba a su bastòn, que ya no es el del mando, sino el sostén para enfrentar su pasado y seguía atentamente los fundamentos de la querella. Al plantearsele si quería formular declaraciones, se negó a hacerlo, y la audiencia pasò a un cuarto intermedio hasta las 9 horas del jueves, para oír las declaraciones de los testigos: Velásquez Ibarra, Ismael Rojas, Adriano Acosta, y Estela Diaz,


Se abre el DEBATE...

INICIO DE LAS TESTIMONIALES:

"No voy a declarar...", tal lo había planteado en la instrucción, SE ABSTUVO, el general acusado de Jefe de una Asociación Ilícita en el marco de un GENOCIDIO, perpetrado en la Provincia de Formosa, durante los años 1976/1983, si bien, los hechos juzgados abarcan el Período Marzo del '76 a Diciembre del '77. El se abstuvo, pero la verdadera historia está en el testimonio de los sobrevivientes, es allí donde la memoria esta guardada y ahora empieza a ser dicha..., debemos estar allí para "dar fe" de que así fue, legitimando en un espacio público el horror vivido.
Al inicio de la Jornada, el Dr. Velazquez Ibarra, en su calidad de querellante por derecho propio, y adhiriendo a la recusación formulada por el patrocinante Davis, planteó el Recurso de Casación por Nulidad Absoluta y Sentencia Arbitraria (haciendo reserva del Caso Federal) contra el Auto Interlocutorio Nº 2502/09, del TOF. Cabe aclarar que dicho A.I. rechazaba los términos del incidente de recusación interpuesto por el Dr. Davis, recusando, valga la redundancia al Fiscal general Luis Benitez. Dicho Recurso de Casación fue rechazado en escuetos dos renglones por el Tribunal que integra el TOF, por lo que, se supone, el recurso irá como "queja".
Salvado dicho momento, pudo culminarse con la lectura del requerimiento, dando lugar al inicio del debate, alrededor de las11.30 de la mañana, momento en el cual, nuevamente, el imputado se abstuvo de declarar. Se procedió entonces a pasar a cuarto intermedio hasta mañana a las 9 hs., momento en el que se incian las testimoniales con el testimonio de :
  • Pedro Velazquez Ibarra
  • Ismael Rojas
  • Roberto Antenor Gauna (si dan los tiempos).
  • Estela del Carmen Díaz (si dan los tiempos).
Informamos a los interesados en participar de las Audiencias que los días 19 y 24 no habrá actividad, el 19 por realización de la Junta Médica a Colombo, y el 24 por Feriado Nacional.
Las audiencias se realizan en el COLEGIO DE ESCRIBANOS, sito en la intersección de las calles Padre Patiño y Avda. 25 de Mayo, 1º Piso.

LOS ESPERAMOS MAÑANA JUEVES A LAS 9 HS.
POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA
JUICIO Y CASTIGO
CARCEL COMUN A LOS GENOCIDAS

¿Y JULIO LOPEZ...?

martes, 10 de marzo de 2009

Procesos eternos como garantía de IMPUNIDAD....

Compartimos una Nota de Opinión de Diego Martinez, de interés para todos los uqe luchamos por la Memoria, la Verdad y la Justicia:


JUICIOS A REPRESORES: PROCESOS ETERNOS COMO GARANTIA DE IMPUNIDAD

Un final decoroso

Pese a que nueve de cada diez represores no son investigados, al ritmo actual habrá juicios hasta 2025. ¿Buscará la Justicia a quienes no cometieron “el error” de dejar sobrevivientes? Clandestinidad, pacto de silencio y Poder Judicial, claves de la impunidad.

Por Diego Martínez

diemar75@gmail.com

La nota está fechada en Campo de Mayo el 18 de febrero de 1987 y lleva la firma del teniente coronel Jorge Héctor Di Pasquale, hoy prófugo por su actuación en el Destacamento de Inteligencia 182 que nutría de interrogadores a La Escuelita de Neuquén. Informa sobre dos reuniones de la promoción 97 del Colegio Militar de la Nación durante los días que la ley de Punto Final concedió a la Justicia para citar a imputados por crímenes de lesa humanidad. En la primera, escribió, "surge naturalmente el tema de la situación de los oficiales que podrían ser llamados por las Cámaras Federales por su actuación en la LCS", "lucha contra la subversión" según los viejos reglamentos militares. A la segunda, en el Círculo Militar, se sumaron "oficiales de la Fuerza Aérea y de la Armada", apuntó, y enumeró conclusiones:

1. "La totalidad de los miembros de la promoción 97 participaron de la guerra contra la subversión.

2. "Es un problema de la institución y no un tema que cada oficial deba resolver en forma individual. Por lo tanto exige una RESPUESTA INSTITUCIONAL", con mayúsculas.

3. "Es un problema POLITICO y no legal.

4. "Existe consenso que no es conveniente presentarse a la justicia, ya que se podría incurrir en falso testimonio".

"No se quiere" romper la jerarquía ni la disciplina pero existe "inquietud y preocupación", advirtió, y volvió al meollo en la séptima: "No puede ser que queden oficiales detenidos ya que todos tuvimos participación". Anticipó que algunos "no se presentarían ante la justicia, no se ocultarían y resistirían", y reclamó "una postura firme ante el poder político para lograr un final decoroso".

Di Pasquale fue dado de baja del Ejército en 1991 por no presentarse ante la justicia, que lo investigaba por el último levantamiento carapintada, y volvió a esconderse tras la reapertura de las causas. Es comprensible: su jefe Mario Gómez Arenas y los otros oficiales del Destacamento, Jorge Molina Ezcurra y Sergio San Martín, cumplen condena en la cárcel de General Roca.

Durante los 22 años transcurridos desde la confesión varias discusiones pasaron a la historia. Secuestrar, torturar, matar y esconder cadáveres, sin uniforme pero con sueldo y cobertura estatal, no es un problema político sino legal, y no para las instituciones sino para los autores. La respuesta institucional llegó: juicios con plenas garantías. La inconveniencia de presentarse sigue vigente: hay 44 prófugos. Pero quien tiene pedido de captura puede ser detenido. Las conclusiones 1 y 7, en cambio, perdurarán para siempre y son las que invitan a pensar el sentido y las limitaciones del actual proceso de justicia:

"La totalidad de los miembros de la promoción 97 participaron de la guerra contra la subversión", le recordó Di Pasquale a su superior. "No puede ser que queden oficiales detenidos ya que todos tuvimos participación", reclamó.

Según registros del CELS, ninguno de los 173 miembros de la promoción 97 fue condenado. Tres murieron antes de ser citados y sólo 16 están en la mira de la justicia: siete con prisión preventiva, uno en Brasil a la espera de la extradición, dos excarcelados, cuatro aún no fueron citados (incluido Walter Grosse, ex jefe de inteligencia de Monte Peloni, que en 2006 agredió a periodistas durante un acto de reivindicación de la dictadura), en tanto Di Pasquale y Carlos Taffarel siguen prófugos, vieja costumbre de la promoción. Ernesto Barreiro, torturador de La Perla que detonó al alzamiento de Semana Santa, emigró cuando se reabrieron las causas. Los organismos de derechos humanos cordobeses lo descubrieron y Estados Unidos lo extraditó por mentiroso. Norberto Tozzo estuvo tres años y medio guardado hasta que el Estado aceptó recompensar a las bellas personas de su entorno, que antes trajinaron organismos pidiendo plata para entregarlo.

En síntesis: de "la totalidad" que participó menos del diez por ciento está en la mira de la justicia, y nada induce a pensar que la promoción 97 posea alguna virtud especial por la cual fue seleccionada para tan noble tarea. Rico y Seineldín no se sublevaron en nombre del diez por ciento.

¿Y el 90?

El Estado se comprometió a investigar y juzgar a todos los responsables de delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández dieron muestras de voluntad e impulsaron medidas para honrar el compromiso. Los resultados son pobres:

--Desde la reapertura de causas sólo 39 imputados recibieron sentencia.

--Según el CELS hay 524 procesados que, al ritmo de 2008 (32 sentencias), terminarán de ser juzgados en 2025.

--Para 2009 hay cuatro juicios confirmados (dos en curso), con 13 acusados en total.

--El promedio de edad de los imputados supera los 60 años. En 2008 murieron veinte, dos por voluntad propia. Olivera Róvere y los ex jefes de área que juzga el TOF-5 promedian 79 abriles. Los jerarcas de Campo de Mayo que con suerte serán juzgados en 2011 rondan los 80. Aparecerán antes en los fúnebres de La Nación que en las crónicas de PáginaI12.

¿Qué partes de “la totalidad” llegan a la justicia?

En principio los autores mediatos: ocupaban cadenas de mandos, impartieron o transmitieron órdenes, son responsables por los delitos de sus subordinados aunque nadie los haya visto en mesas de torturas. Luego los autores materiales, identificados gracias al trabajo de hormiga de ex detenidos-desaparecidos, familiares de víctimas, militantes que durante décadas juntaron datos sobre represores, judiciales comprometidos (escasos), viudas despechadas, parientes de uniformados --a quienes escucharon ufanarse de sus labores cuando se sabían impunes-- que con el retorno de la justicia decidieron aportar lo suyo. La posta de ese trabajo pasó por manos de tres generaciones pero aún enfrenta obstáculos arduos.

La negativa de las Fuerzas Armadas y de seguridad a entregar los archivos de la época, en teoría un acto de insubordinación, es en la práctica hasta comprensible. Descolgar el retrato de Videla no deja de ser un gesto simbólico. Dar nombres de camaradas interrogadores o pilotos de traslados es otro cantar, demasiado oneroso. Diferente es la negativa de algunos magistrados a buscar con cautela y tesón esos documentos.

La combinación de “desidia, indolencia y complicidad” del Poder Judicial denunciada por los organismos implica en la práctica que sean los sobrevivientes quienes carguen aún con la responsabilidad de identificar a sus victimarios. La evidencia más clara surge del contraste entre la cantidad de imputados de la ESMA, donde Massera decidió no matar a la mano de obra esclava al servicio de sus ambiciones políticas, y el puñado de responsables de Campo de Mayo, el agujero negro más grande del país. La conclusión tácita que se deriva de esa relación es aún más atroz que la evidencia numérica de la impunidad. El mensaje para quienes no reniegan del genocidio por principios sino por las consecuencias mal previstas (algo así como “la próxima vez no debemos dejar un solo sobreviviente para garantizarnos la impunidad”) debería generar algún tipo de debate entre quienes tienen un compromiso real con la justicia.

Las limitaciones del Poder Judicial para investigar no son sin embargo el mayor obstáculo. La barrera que tal vez nunca permita dejar de asociar terrorismo de Estado con impunidad radica en la clandestinidad elegida por las Fuerzas Armadas para ocultar sus crímenes. El principal objetivo de esa decisión no fue sortear la justicia terrenal una vez reinstaurado el Estado de Derecho sino el temor a la condena del Papa, tal como altos jefes militares le confiaron a Jacobo Timerman, que lo declaró en el Juicio a las Juntas, y como el general Ramón Díaz Bessone le confesó a la documentalista Marie Monique-Robin: "¿Cree que hubiéramos podido fusilar a 7.000? Al fusilar tres nomás mire el lío que el Papa le armó a Franco". El miedo al vocero divino no sólo rindió el fruto deseado: significó impunidad eterna para la mayor parte de la mano de obra del Estado terrorista y, en contrapartida, sospecha eterna sobre todos los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad.

Si a esos obstáculos se agrega el pacto de silencio de los verdugos (no existe ninguna política para quebrarlo, como recordó días pasados el general Martín Balza, y la culpa cristiana pesa menos de lo que los ateos suponen), no hace falta ser pesimista para concluir que la mayor parte de los ejecutores jamás se sentará ante un tribunal.

¿Los cómplices civiles? ¿Los capellanes que sedaron conciencias tras los vuelos? ¿Los jueces que se taparon los ojos? ¿Los empresarios que entregaron listas de delegados? ¿Los directores de diarios que ocultaron el fusilamiento de sus empleados? Bien gracias.

Los abogados de los genocidas y algunos jueces lograron correr el foco del problema de fondo para discutir si Astiz merece esperar el juicio en libertad, si se puede fotografiar a Olivera Róvere, si un abogado tiene derecho a estigmatizar a los sobrevivientes o si los torturadores de La Perla merecen ser huéspedes del Tercer Cuerpo de Ejército. Los Yacobucci, Gordo, las Garzón de Lascano, los Giletta, Bisordi, Macedo Rumi, Alvarez Canale, entre otros, son un hecho, deciden, distraen, desgastan. Pero no deberían poder tapar el bosque: hace ya un tercio de siglo el brazo armado de las clases dominantes guardó la Constitución, sembró 400 centros clandestinos e invocando la “lucha contra el comunismo ateo y apátrida" borró del mapa a miles de personas, demasiado para medio millar de hombres.

La autoamnistía, los carapintadas, las confesiones de Díaz Bessone o Di Pasquale, están allí para no perder nunca de vista el "Fuimos Todos", aunque hoy les convenga olvidarlo, esconderse si hay orden de captura y rezar en el caso de los tapados para que el Estado no se replantee su ineficacia y busque el modo de instaurar un sistema de persecución penal a la altura del genocidio.

El punto final y la obediencia debida ya no existen. El aparato de justicia se puso en marcha. Pero nueve de cada diez miembros de la promoción 97, que admitieron su participación en la guerra sucia y reclamaron impunidad por escrito, ni siquiera son investigados. Madres y Abuelas llenan de orgullo a millones de argentinos en todo el mundo pero mueren sin ver a los verdugos condenados y, peor aún, sin conocer dónde fueron enterrados sus hijos. ¿Será posible un final decoroso?

El Informe del Cuerpo Médico Forense...


El Informe del Cuerpo Médico Forense (cabe aclarar que en el día de la fecha se sumó el pedido de un tercer PERITO DE PARTE desde la APDH, filial Formosa).

Jornada del Martes 10 de Marzo

Hoy se reiniciò la lectura del REQUERIMIENTO en el Juicio que se le sigue al Ex Gobernador de Facto Juan Carlos Colombo como Jefe de una asociación ilícita que secuestró, torturó, mató y se apropió de bienes y de vientres. Se lo vió...como siempre: lozano, lúcido, fuerte, llevando el "comando de todo el proceso" (tiene escuela en ese rubro). A casi más de una hora de la fijada para el inicio de la Audiencia, llegó... alegando tardanza debido al tráfico reinante, por lo que desde las querellas se solicitó se haga un llamado a los encargados del traslado a tomar todas las precauciones para llegar a horario a las audiencias, de lo contrario, se pensaría que desde el Servicio Penitenciario están bordeando el incumplimiento de los deberes de funcionario público por mal desempeño en su función: trasladar al imputado y llegar a "la hora fijada".
Al cabo de una hora, se pidió un descanso en virtud del "estado gripal" que presentaba Colombo, por lo que el Presidente del TOF, propuso continuar con la lectura del requerimiento, con interrupciones de 10 minutos cada media hora, a fin de no agravar su cuadro. Luego de varias interrupciones por problemas de audio, de salud y otras yerbas, se decidió pasar a cuarto intermedio hasta mañana miércoles a las 9 hs. para terminar con la lectura del requerimiento fiscal.
Mientras tanto, se espera que el próximo 19 de Marzo se realice nuevamente una Junta Médica, para evaluar como va respondiendo al tratamiento y si estaría en condiciones de ser trasladado a ésta para presenciar personalmente las audiencias, tal lo manifestó su abogado, el Dr. Gerardo Casco "que es su deseo".
Adjuntamos Informe Preliminar del Dr. Hershon, Perito propuesto por las querellas de Ismael Rojas y APDH (a sugerencia del CODESEDH), quien expresa que, compensado el cuadro de hipertensión arterial, y tratado con la medicaciòn pertinente, estaría en condiciones de ser trasladado a esta Provincia.
Los esperamos mañana en 25 DE MAYO Y PADRE PATIÑO, 1º PISO, COLEGIO DE ESCRIBANOS DE LA PROVINCIA DE FORMOSA.

La opinión preliminar del PERITO DE PARTE


La salud de COLOMBO...